martes, 12 de mayo de 2009

La necesidad de la praxis en la Nueva Escuela Uno
Por: Marcela Velasco Menares
“Que nuestros esfuerzos desafíen las imposibilidades.
Recordad que las grandes proezas de la historia fueron conquistas de lo que parecía imposible”
Charles Chaplin

Los últimos acontecimientos vividos de la nueva escuela 1, muestran el carácter variado de los individuos, las fuerzas de grupo y evidentes decadencias. Los movimientos telúricos, zumbidos geográficos que pueden extrapolarse a los choques de placas humanas sentidas en las últimas semanas, dan pie, como toda crisis o ruptura a volver eternamente a reformular nuestros intereses y objetivos con respecto a la Nueva Escuela 1 y su función social. Se me viene a la mente esa imagen del “Mito de Sísifo” castigado por los dioses por hacer reinar la paz y encadenar a la muerte thanatos, teniendo que cargar y subir la roca a la montaña y cuando estaba arriba, a punto de llegar, ésta volvía a caer. Estamos atados a esta realidad de violencia y tener que continuamente volver a cargar nuestra historia, nuestra memoria, nuestras realidades tendiendo infinitamente a la caída.
La riqueza de la educación de la Nueva Escuela Uno está en el descubrimiento de las nuevas fases de luna, y cómo somos capaces de llevar de manera nueva esta carga, a sí mismo cómo caen las lágrimas, los párpados a cada instante, los cuerpos rendidos o ebrios, la muerte, la vida en su momento de salida, el día a la noche. canalizar la lucha es lo que tensa la existencia, la coloca de manifiesto y permite que como cuerda atada de uno a otro lado de la escuela pueda caminar sobre ella, o como esferas de colores suban a la amplitud del cielo y vuelvan a caer, y si llevo más pelotas, con más elementos, concentración y fuerza tendré que lanzarlas y volverán a caer, como esta cabeza que cae entre mis manos para sostener estos pensamientos que desvelan, persiguen, atrapan y vuelven a configurarse.
Sin embargo, pienso, que estas esferas deben tener peso para no desvanecerse en el aire y reventar como globos vacíos, en que fueron esos, lo que siempre tuvimos al frente de nuestros ojos, los mismos que hoy nos tapan la vista del mar y que hipócritamente pintan su edificio de celestito color cielo, los que disparan directo al corazón de los sueños, y más aún a la debilidad de nuestras convicciones, mientras se comenta, a vivas voces, “que la escuela 1 va ser el estacionamiento del casino, eso se escucha por todos lado, y todos sabemos que el dinero manda o no? Y que …con plata se compran huevos”. Por lo que la cuerda debe estar tensa, necesitamos con urgencia afinar las guitarras, los bajos, los cueros, hacer sonar las quenas y que ahora sean los niños y las niñas quienes reciten poesía arriba del techo “vivo” de la escuela.
Pero ¿Cómo logramos esto? Sabiendo cuál es el tesoro que quiero acumular, entendiendo éste cofre precioso como la fusión de deseos e intenciones en común para lo que hemos llamado una Escuela Abierta, una Escuela Libre. Hay que amarrar la tela al tesoro, ubicado y protegido, desde la altura, en una buena base y firme, para que con la fuerza de los brazos poder subirnos a ella, volver a caer, volver a subir más lejos.
Un poco mareada entre tanta caída y temblores, me parece importante revisar los conceptos de educación. Insisto siempre: todo está más cerca de lo que imaginamos y esta cercanía no permite ver, así como las manos para calmar el dolor. En este caso si estamos en una escuela, tenemos que hacer educación primero que nada, hacia allá debe apuntar el foco de nuestros ojos, como me enseñara un amigo.
1.- Etimológicamente la palabra educación viene del latín educare, que significa criar, alimentar, nutrir; y de educere que significa, conducir, llevar, sacar fuera. El primero consiste en una acción que va hacia adentro, que apunta a la formación de las riquezas del espíritu, trabajo interior de consolidación de nuestros gustos, deseos, anhelos que nutren la existencia. Por otro lado, la segunda significación es una acción que emerge hacia el exterior, manifestación de nuestros comportamientos, actitudes, se mostrará afuera de sí, por lo que este carácter externo determinará el modo de ser de la persona, en que la educación actuará como guía, de una forma direccional de conducir “hacia”, y coloco el énfasis, en conducir hacia lo desconocido, lo nuevo.
2.- Históricamente la educación ha estado regida por la mano de los dominadores, de aquellos que aplican curriculum, caminos, establecidos para lograr modelar a los individuos a ser, hacer y sentir de una manera determinada, pienso en mí y en mis 13años de escolaridad rezando a un Dios, cargando la culpa y la resignación, a modo de ejemplo, recuerdo ese paso por el cura para contarle mis pecados de niña de 12 años. Mis pecados ¿qué es eso?
3.- Actualmente y de la mano de la revolución industrial, la educación de las masa se encarga de preparar a las personas para responder a los requerimientos de la economía (José Joaquín Brunner, uno de los grandes responsables del modelo educativo actual) y evidentemente lo que vemos es una alzada de escuelas que preparan a técnicos (sin filosofía, sin teatro, sin música, sin cívica, sin orientación, sin, sin, sin…), peones, que puedan ser mandados y manejados por otros que nacieron en otra cuna y tienen la posibilidad de optar a ser ingenieros preparados para mandar y responder a la reproducción de los modelos de dominación. LA EDUCACIÓN FORMAL ES INSTITUCIÓN MAS IMPORTANTE DE LA REPRODUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES.
4.- Que el hilo conductor que teja a telar la matriz de nuestro tesoro sea principalmente la actividad creativa, así como la semilla en la tierra, en tanto fuente de poder interior en que se crea una imagen oculta de la forma, una especie de calor interno, que otorga energía, movimiento nuevo, desconocido manifestándose sin cesar en la imaginación y en el pensamiento, que como toda fuerza explotará en la proyección de la realidad externa, dando paso del no ser, al ser de las voluntades individuales.
5.- La unión de estas voluntades individuales, al agruparse colectivamente, dará paso a una fuerza mayor de energía circulatoria en espiral, afirmándose tanto a la tierra en tanto huerto, para alimentarnos y nutrirnos (por cierto, alimentos vegetales como espirituales) cómo hacia el cielo, en tanto sueños que nos permitan avanzar.
6.- La palabra es el elemento clave de engranaje, motor de toda esta trama, la palabra verdadera entendida como aquello que manifiesta lo que somos por dentro, la palabra como cuerpo, en tanto ser que pulsa la estructura de nuestros ideales. Por lo tanto, es vital, de suma importancia, saber distinguir y reconocer la palabra sana llena de actividad y consecuencia con lo que se dice y con lo que se hace, de la palabrería mentirosa, falsa, odiosa, cretina, delatora, chamullenta que busca tribuna para ser escuchada, que no sirve, que pudre y envenena a las manzanas sanas, que son puros globos que explotan y que sólo hacen llorar a la niña que quiso jugar para ser feliz.
7.- Por último, recordar, volver a poner en el corazón, que la tensión que estamos llevando a cabo, es con nosotros mismos, es para saber si realmente dimos el salto de vernos organizados y unidos para realizar la verdadera resistencia a la mole que se instaura en nuestras narices en la vida cotidiana. Mientras que cada vez que se realice educación en la Nueva Escuela Uno, que se forma un taller, que se plante una semilla y se desmalece; cada vez que un niño o niña se suba a la cuerda floja, o pegue un mosaico, o dibuje en la pared, o toque un acorde nuevo, o juegue a la pelota, o lance las pelotas al aire; mientras que sigamos cantando en las viejas estructuras, riendo, abrazándonos y gozando estaremos venciendo al dios castigador del Mito de Sísifo.








*Gran responsable de los modelos educativos actuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario